CAPITULO
I
“UN FINAL
INDICA UN NUEVO COMIEZO”
Desearía dejar todo pasar, cerrar mis ojos y dormir así
nunca dejar de soñar y que mi sueño me llevara a aquel lugar…
-¿Por que cuando algo malo pasa la lluvia cae?-,
-¿Tratara de calmar mi dolor o solo querrá
deprimirme más?-
Eso pensaba el día en que mi único familiar
murió. Mi abuela una anciana estricta pero muy sabia y justa me había dejado sola, pero era egoísta pensar eso
después de todo ella no había decidido morir.
La lluvia disimulaba mis lagrimas que corrían
en mis mejillas, la gente comenzó a murmurar a mi alrededor yo solo baje la
cabeza para ignorarlos.
Un
coche se detuvo, este era muy lujoso de él bajaron dos jóvenes los cuales
dejaron caer un ramo de rosas rojas, rezaron en la tumba y se marcharon, nadie
parecía haberlos notado uno de ellos se me quedo viendo fijamente, en mi mente
solo pensaba
-¿quiénes
eran ellos?-
Poco a
poco la gente se fue marchando y yo por lo tanto también lo hice.
Me
encamine a casa todos subían a
sus coches yo solo camine, en el camino no dejaba de pensar en lo que haría, es
decir, me había quedado sola mi abuela nunca me dejo tener amigos ni siquiera iba
a la escuela tomaba mi educación en casa, así que siempre me pregunte que sería
tener a alguien al cual contarle tus secretos o cosas por el estilo, ese
alguien el cual te daría su amistad por siempre… regrese a casa empapada por la
lluvia .seque mi cabeza con una toalla y prepare algo de té caliente me decía a
mi misma:
-si mi
abuela me viera así se molestaría por entrar mojada a la casa pero... aun
molesta me prepararía una sopa caliente y me daría algo para evitar que me
resfriara-
Entre
tantos recuerdos me quede dormida soñando y regresando el tiempo para variar un
poco, pero mi sueño fue interrumpido alguien tocaba la puerta, era extraño que
alguien llamase a esa hora así que pensé el no abrir pero insistía tanto que
era difícil ignorar el timbre, así que salí a ver de quien se trataba mire por
el picaporte y vi a un anciano abrí la puerta, y al momento de hacerlo entro a
la casa y se puso en mis espaldas haciendo una reverencia dijo:
-es
usted la señorita Rosemary si no me equivoco, he venido por usted él la espera-
-¿Él?-
A quien se refería con eso y lo más importante ha dicho que ha venido por mí
El
anciano sonrío y dijo:
-Al
señor no le gusta que lo hagan esperar así que vamos señorita Rosemary-
El me
jalo de la mano y me llevo en un carruaje diciendo que era orden de él y que mi
abuela antes de morir lo había aceptado.
-como
es que ese extraño sabia de mi abuela y peor aún me llamo dos veces Rosemary así
que debería de suponer que el me conocía -
Vi en
la puerta de mi casa un hermoso carruaje con dos caballos color negro, era algo
épico para la época en la que estábamos pero subí a él, al momento de avanzar
pregunte de nuevo ¿quién era esa persona a la que se refería? pero al decir esto el anciano detuvo los caballos y abrió la puerta
del carruaje me miro y pinto una sonrisa en su rostro me entrego un libro y
cerro de nuevo la puerta .Abrí aquel libro que tenía un poco de polvo y vi que
las paginas estaban en blanco solo con una palabra en la cobertura de este,
decía “si en mi confías tus sueños cumpliré” no entendí lo que daba a entender
pero recordé un viejo diario que escribía mi abuela así que decidí convertirlo
en el mío en el que podía escribir todo lo que quisiera seria aquel amigo que
nunca tuve .
Así que
empiezo mi historia….
Era una
hermosa noche la luz de la luna entraba en la pequeña ventana del carruaje en
donde estaba tranquilamente dormida, antes habíamos entrado a lo que parecía un
pueblo pasando por un gran arco que al estar de el otro lado cambio la
atmosfera por completo dando un paisaje extraño, un poco aterrador pero muy
tranquilo y algo medieval mi cara se asomaba por la ventana para ver todo lo
que nos rodeaba esa noche
Hasta
que el señor que lo conducía tiro de los caballos para decir:
-se -señorita
Rosemary llegamos a la mansión Aragón-
Baje
de el carruaje teniendo cuidado de no
pisar mi vestido ya que era un hermoso vestido de seda color vino con
delicados encajes y unos guantes que me llegaban hasta la mitad de mi brazo el
anciano me lo dio antes de llegar para ponérmelo. Al bajar note que la mansión era algo fúnebre en
la fachada de enfrente pero aun así se
podía oler un delicado aroma se debía al jardín que parecía salido de otro
mundo lleno de rosas rojas ese exquisito aroma era embelesador .Gire para
indicar al cochero que bajara
mis cosas y que me ayudara a meterlas pero el ya no estaba así que sin más,
tome las valijas y toque la puerta que se abrió sola dándome la oportunidad de entrar.
Al
entrar coloque mis valijas en el suelo
al parecer todo estaba muy silencioso no
se veía ni un alma en la casa cuando se escucharon unos pasos que bajaban las
escaleras al levantar mi mirada pude ver a una persona un joven de más o menos
mi misma edad cabello obscuro, tez blanca y ojos negros que bajaba las
escaleras delicadamente.
Llego
hasta mí y besando mi mano se presento diciendo:
-mi
nombre es Leigh Aragón hijo mayor de la familia, te esperaba ahora te mostrare
tu cuarto-
Seguí a
Leigh hasta lo que sería mi habitación el
cuarto era grande a comparación de mi antigua recamara .al terminar de
desempacar baje para echar un vistazo a aquella casa al ir por el pasillo
tropecé con él y ambos caímos al suelo me levante para disculparme pero él se
dio la vuelta y me ignoro
-¡que
chico tan grosero!- decía yo seguí mi
camino parecía no habitar nadie mas en esa casa, pronto llego la hora de cenar así
que baje al comedor ya que antes se habían acordado los horarios y tocaba la
cena a las 8:00 pm justamente ,baje las escaleras hasta llegar al comedor donde
encontré a Leigh y a una niña pequeña me sorprendí al verla su pelo rubio y
rizado con su rostro muy rosado parecía
una muñeca me senté junto a ella y
pregunte su nombre
- mi...
mi nombre es Marian –dijo tímidamente mientras yo me derretía al ver su sonrisa
ya que por fin tendría una hermana menor.
-que
chica tan más problemática no es así Marian-dijo Leigh mientras se colocaba la
servilleta en sus piernas
Al
terminar de cenar y de conocer al sirviente de la casa el cual era algo extraño
ya que parecía ser un joven de mi edad pero al parecer tiene mas de 100 años
aunque aun me siento engañada después de la risa de Leigh al decirme eso.
Bueno así
termino mi primer día solo con una advertencia “si abres una puerta debes estar
consciente de lo que puede estar adentro” aun
no se a lo que se refirió pero creo que estaré tranquila al menos no
estoy sola
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